Este monumento al holocausto nació después de más de una década de debates sobre la manera en que Alemania tenía que recordar una de las partes más tristes de su pasado.
Al final se decidió construir en Berlín un monumento por todos los judíos que fueron objeto del exterminio nazi.
Como no puede ser de otro modo, suele generar muchas opiniones enfrentadas. Algunos creen que es una experiencia impresionante y otros piensan que es un lugar complicado emocionalmente para visitar.
Lo que está claro es que este monumento es una parada obligatoria para todos los turistas que van a Berlín, al final todo el que está allí saca sus propias conclusiones.
Historia del Monumento al Holocausto
El arquitecto norteamericano de origen judío Peter Eisenman, ganó entre los más de medio centenar de proyectos que se presentaron al concurso a mediados de los años 90.
Su obra quería hacer reflexionar sobre el crimen que llevó a cabo el Estado.
Es un símbolo que representa la buena voluntad de Alemania a la hora de abordar su terrible pasado.
Existió otra propuesta que era un bloque de hormigón de enormes dimensiones pero fue declinado en favor del de Eusenman.
Lo único que se modificó fue el diseño del museo que se encuentra debajo del monumento.
En este lugar se pueden encontrar los nombres de todas aquellas personas fallecidas durante este atroz momento de la historia de Berlín.
Pero durante la construcción del Monumento al Holocausto judío surgió un gran debate sobre la empresa contratada para suministrar el recubrimiento que evitaría todo tipo de pintadas y actos vandálicos.
Esta empresa tenía un pasado bastante turbio relacionado precisamente con el holocausto, ya que fabricó el gas para los nazis con el que exterminaban a las víctimas.
Después de una serie de debates y de una decisión que se criticó duramente, la compañía siguió formando parte de la construcción.
Alemania tenía que enfrentarse a su paso nuevamente y siguió adelante con el proyecto. Hubo organizaciones que lo criticaron al no hablar del resto de comunidades perseguidas, caso de homosexuales, comunistas, prisioneros políticos, testigos de Jehová, gitanos, etc.
¿Exactamente en qué consiste?
Es un patio enorme que está compuesto por enormes bloques como si fuera una especie de cementerio.
En este lugar los turistas pueden pasear solos, ya que no existe placa, inscripción o estatuas que informen de lo que representa.
Lo que se quiso transmitir fue una sensación de agobio, sin un punto en el que haya una salida o entrada. Cuando se empieza a caminar por él, toda esta sensación te embriaga, haciéndote parecer más pequeño.
El interior no es regular, ya que cuenta con cierto desnivel, como dando a entender la desorientación que en muchos casos sintieron las víctimas judías.
Todo lo que hay está ordenado y realizado de forma geométrica, dando el color, el cemento y lo aséptico de la propuesta un sentimiento de vacío.
Este lugar esta formado por miles de bloques irregulares, de diferentes alturas y dimensiones. Tan sólo puede caminar una persona por este lugar ya que los pasillos son muy estrechos, de forma que no se puede hablar y sí sentir todas esas sensaciones descritas anteriormente.
Centro de Información
El espacio subterráneo que tiene el monumento se le conoce como «centro de información». Es un proyecto que diseñó Eisenman y su exposición fue recopilada por Dagmar von Wilcken. Es un lugar que tiene espacios dedicados a la documentación histórica sobre la Shoah («catástrofe»).
Para llegar debes descender por unas escaleras, y al llegar abajo verás que el diseño del lugar forma parte de un reconocimiento a todas las víctimas.
Aquí encontrarás una zona de entrada donde podrás ver un montón de fotos y explicaciones sobre cómo se llego a producir esta etapa negra de Alemania.
Se pueden visitar en cuatro salas:
- Sala de las Dimensiones: Juegos visuales relacionados con el monumento de la parte superior
- Sala de las Familias: Aquí encontrarás desgarradoras historias de quince familias judías
- Sala de los Nombres: Textos, cartas y biografías de varias víctimas
- Sala de los Sitios: Nos hablan de aquellas personas y sitios importantes de esta tragedia
Por cierto, es importante no confundir este museo con el Museo a los Judíos que se encuentra en la calle Lindenstraße 9-14 y que también es muy recomendable visitar.
Horario y precio del monumento
Horario: Abre todos los días, 24 horas.
Precio: La entrada es gratis, por lo que podrás visitarlo sin tener que pagar absolutamente nada.
Centro de información:
- Desde abril hasta septiembre, abre de martes a domingo: de 10:00 de la mañana hasta las 20:00 de la tarde.
- Desde octubre hasta marzo cierra una hora antes, por lo que su horario es de de 10:00 a 19:00 horas.
Pero ver el monumento no lo es todo, hay otras opciones en la ciudad que te enseñarán mucho de la historia de Alemania y del Nazismo como son las siguientes:
¿Cómo llegar al Monumento al Holocausto de Berlín?
Se sitúa en pleno centro de la capital y es uno de los lugares más importantes de ver.
A solo pocos metros en dirección norte, está la Puerta de Brandenburgo y un poco más el Reichstag o Parlamento Alemán.
Como curiosidad debes saber que el monumento se encuentra justo encima del bunker que usó Hitler durante la segunda guerra mundial para refugiarse de los enemigos.
La dirección donde se encuentra este monumento es la calle Cora-Berliner-Straße, número 1.
Transporte para llegar:
- Metro: Te recomendamos bajarte en Potsdamer Platz
- Tren: La mejor opción es bajarse en la estación de Unter den linden
- Bus al monumento al holocausto: Las líneas que podemos tomar para llegar son la 100, 123, 148, 200, M41 y TXL.